¿Por qué debemos proteger nuestros ojos del sol?
Tipos de radiaciones:
Ultravioletas: efecto biológico. Según su longitud de onda podemos distinguir tres grandes zonas de radiaciones ultravioletas:
- UVB: entre 200 y 280mm. No llegan a la superficie de la tierra. Son muy peligrosas para el hombre y las absoerve la capa de ozono de la atmósfera.
- UVB: entre 280 y 320mm. Son muy energéticas y responsables del eritema y de las queratitis oculares. Penetran a nivel epidérmico y provocan el bronceado de la piel.
- UVA: entre 320 y 400mm. Entre el 30 y el 50% de estos rayos llegan a niveles profundos de la dermis y el ojo, y son más perjudiciales que los UVB porque tienen menor energía. Son los responsables del envejecimiento de la piel, del melanoma, queratitis, cataratas, degeneraciones retinarias...etc.
Visible: efecto luminoso. Penetran hasta la hipodermis.
Infrarroja: efecto calorifico. Penetran en la piel y provocan vasodilatación.
"Aunque la mayoría de las radiaciones solares son eficazmente filtradas por los ojos de manera natural, la exposición crónica a las mismas o una alta y selectiva cantidad de ellas en un corto periodo de tiempo, puede dar lugar a graves problemas oculares".
La población española en general y sobre todo los habitantes de zonas costeras o montañosas, y más aún si cabe, la población australiana, ya que el agujero de la capa de ozono se encuentra prácticamente encima de dicho país, sufre un mayor riesgo de padecer alteraciones oculares severas como inflamaciones agudas de la conjuntiva (conjuntivitis) y de la córnea (queratitis), aparición de procesos degenerativos en la superficie ocular (pinguécula y pterigion), cataratas, retinopatía e incluso lesiones cutáneas que pueden desarrollar cáncer de piel en la piel de los párpados.
Además del cuidado ocular en las playas, los esquiadores deben también tener especial cuidado, ya que en las montañas se unen todos los factores de alto riesgo para la salud ocular:
- Al estar ubicadas las estaciones de esquí en parajes de una gran altitud, la capacidad de protección de la atmósfera es mucho menor que en zonas más bajas.
- El exceso de luz y la radiación reflejada por los cristales que forman la nieve son mucho mayores (la nieve refleja hasta el 80% de la radiación solar que llega a la superficie).
- Las largas exposiciones al aire libre que se dan en este deporte aumentan también la exposición a las radiaciones.
Estas características provocan anualmente, tanto en las playas como en la montaña, un elevado número de lesiones oculares ocasionadas por falta de prevención.
Nuestra misión es crear gafas de calidad para ayudaros a protegeros. ¡Ahora os toca a vosotros!
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